Sistemas de decapado y removiacion de plástico

Lecho fluidizado (SCIROCCO) para el despintado de piezas metálicas

Limpieza térmica de piezas metálicas y herramientas.

Ventajas de la limpieza térmica, lecho fluidizado



  • Calidad de limpieza excelente,
  • Tiempo de ciclo rápido (30-60 min),
  • Gran capacidad de proceso térmico,
  • Sin riesgo de dañar las piezas,
  • Seguros gracias a un sistema de carga avanzado
  • Máquina segura y fiable, largo tiempo de vida
  • Respetuoso del medio ambiente

Los sistemas de suspensión de sílice Scirocco han demostrado su alto valor durante la prestación de servicios a las empresas de grandes necesidades de limpieza y cortos plazos de realización.
Estos hornos de decapado son ideales para la limpieza y el reciclaje de alta calidad de herramientas de alto valor.


Las piezas se depositan en la cesta y se sumergen en el reactor con arena fluidizada, a una temperatura de trabajo entre 420 y 480°C. Las sustancias orgánicas se evaporan y se oxidan sin combustión. El tiempo estándar de limpieza es de una hora, pero dependiendo de tipo y grado de ensuciamiento, ¡el ciclo de limpieza puede durar hasta tan solo 30 minutos!

Las pantallas de llama que cubren el reactor garantizan el proceso de postcombustión junto con la recuperación directa de energía. Los sistemas Scirocco están disponibles en tamaño pequeño, estándar o en dimensiones adaptadas specíficamente a las necesidades del cliente. Los sistemas están diseñados para trabajar 24h al día.

Aplicaciones de lecho fluidizado


  • Despintado rejillas, ganchos de pintura,
  • Limpieza herramientas de taller de pintura
  • Eliminación de plástico, tornillos, filtros, boquillas
  • Limpieza de componentes de canal caliente
  • Eliminación de goma, pegamento, barniz, cera, ...
  • Reciclar piezas metalicas de producción defectuosa

Principio de funcionamiento del lecho fluidizado para limpieza térmica

El reactor contiene arena calibrada que es llevada a un estado semejante al líquido (partículas suspendidas) mediante la adición constante de aire y gas. Los objetos metalicas a limpiar, colocados de forma suelta en la cesta, se pueden sumergir fácilmente el el reactor calentado como si fuera un liquido hirviendo. Antes de sumergir las piezas, el reactor tiene que ser calentado de manera que alcance una temperatura pre-establecida uniforme, entre 420 y 460ºC. En estas condiciones la suspensión de sílice se convierte en un reactor potente, en el cual, mediante un proceso físico-químico, rápido y complejo, todo material orgánico se vaporizará y se oxidará fuertemente.

Cuando la arena alcance la temperatura pre-establecida, se puede sumergir en ella la cesta con las herramientas. En la primera fase del ciclo de limpieza, que dura normalmente de 10 a 30 minutos, todos los compuestos orgánicos ligeros y los aglomerantes se evaporan como resultado del contacto intenso con la sílice caliente y se oxidan considerablemente dentro del reactor de sílice, sometido a una temperatura relativamente baja, convirtiéndose en un gas neutro e inocuo.
A continuación, el resto de hidrocarburos más pesados son completamente oxidados en el reactor, mientras que la fracción neutra de la suciedad es expulsada del reactor, ya que todos los aglomerantes han sido eliminados. A lo largo de la segunda fase una suave limpieza mecánica mediante la ebullición de la arena mantiene el proceso de eliminación de la suciedad. Por término medio, este proceso bifásico de limpieza queda finalizado al cabo de una hora: la fracción orgánica ha sido eliminada y la fracción neutra ha sido extraída del reactor mediante gas.
La cesta con las piezas puede ser extraída de la arena caliente y al instante se puede introducir a la sílice limpia la siguiente partida de objetos destinados a limpiar. Durante el ciclo de limpieza, la energía contenida en la suciedad orgánica es recuperada directamente y es utilizada en el mismo proceso de limpieza.